Desde Democracia Socialista y Organización Revolucionaria Guevaristas repudiamos la nota de Ceferino Reato contra nuestro compañero Rodolfo Walsh publicada en La Nazión.
Si hay algo que no puede negársele al fascismo es su nivel de organicidad y su capacidad inclaudicable de reconocerse como enemigo de las luchas populares y sus referentes. A pesar de los años transcurridos, en ellos perdura el miedo hacia quienes con su acción revolucionaria actualizan las luchas del pasado y habilitan la posibilidad de volver a hacerlas carne en la nueva generación.
A pocas horas de que un grupo de jóvenes de Unión Republicana escrachara la estación Rodolfo Walsh con carteles que hacían referencia a la responsabilidad del autor de Operación Masacre en el armado de una “bomba vietnamita” que habría costado numerosos muertos, La Nación, histórico órgano periodístico de la oligarquía y el fascimo en Argentina, publicó la editorial de incansable negacionista Ceferino Reato: “Rodolfo Walsh, 45 años después: la verdadera historia de la muerte de la persona clave del aparato de Inteligencia de Montoneros”. No casualmente, dando cuenta de que hay una fuente ideológica común para estos discursos de odio, el texto repite lo de la “bomba vietnamita”.
Pero, como es tradicional, también despliega el más burdo discurso anticomunista, condimentado con elementos de la nefasta Doctrina de Seguridad Nacional y la reaccionaria Teoría de los Dos Demonios, elementos clave de un discurso que ayudaron a acuñar desde sus páginas. La coherencia del diario de los Mitre es total, ya que su ubicación de clase también fue explícita en los momentos previos a la Revolución Fusiladora de junio del 55. Hoy el enemigo fue nuestro querido Rodolfo Walsh, contra quien utilizan la misma retórica de los vándalos de Unión Republicana, buscando ubicar al militante y escritor como un blanco legítimo de la persecución y masacre que desplegó la última dictadura cívico-militar-eclesiástica.
Además de ocultar que fue en los núcleos de poder económico, militar y cultural de entonces donde se desarrolló tempranamente la estrategia de aniquilamiento y terror sobre el conjunto de las organizaciones y prácticas impugnadoras del sistema, la editorial de Reato asume la existencia de una supuesta historia oficial que operaría a favor de lxs vencidxs, poniendo en peligro la democracia vigente. Curiosamente, los históricos promotores del olvido hoy pretenden alertar sobre los riesgos de una “historia oficial” que no pone un manto de olvido sobre los crímenes dictatoriales.
A tal punto controlan la circulación de la información que durante toda la mañana de este 45 aniversario de la caída de nuestro querido Rodolfo Walsh, el libelo de Reato se sostuvo como primer resultado de búsqueda en redes sociales cuando se tipeaba “Rodolfo Walsh”. Toda una declaración de principios de una derecha que defiende con uñas y dientes su proyecto para pocos y se fortalece día tras día gracias a los titubeos de un gobierno que criminaliza la protesta y que el único sueño que puede proponer es el de la multiplicación del extractivismo.
Pero tampoco nosotrxs claudicamos en nuestros principios y sabemos reconocer como enemigos de los fascistas de ayer y a las nuevas derechas de hoy, plantándonos firmemente de este lado de las luchas, con el pueblo en la calle y con los medios alternativos como los únicos capaces de sembrar memoria y organización.
Al compañero Rodolfo Walsh le decimos “¡Presente! Hasta la victoria siempre”.