La construcción partidaria en el actual periodo histórico (segunda parte). Los actuales “partidos amplios” europeos: las experiencias de SYRIZA y Podemos

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Ver primera parte del dossier.

Desde fines del siglo pasado, empezaron a emerger en América Latina y Europa nuevas fuerzas políticas de izquierda, que se caracterizaron por no reproducir los métodos para la construcción partidaria de las corrientes revolucionarias de los años 60 y 70.

Estos nuevos partidos no surgieron principalmente a partir del crecimiento abrupto de alguna corriente de la izquierda revolucionaria, sino como producto de procesos de reagrupamiento, recomposición y reorganización de sectores de izquierda provenientes de varias tradiciones y de su fusión con las nuevas generaciones militantes provenientes de los movimientos sociales.
El terreno principal de construcción de estos “partidos amplios” fue Europa occidental, donde el giro hacia la derecha en la socialdemocracia, la crisis estructural del estalinismo y la emergencia de una nueva generación militante vinculada a los movimientos sociales, abrió un espacio político para la izquierda radical. Son ejemplo de estos nuevos partidos el NPA francés, Die Linke en Alemania, el SSP escocés, Rifondazione Comunista en Italia, el Bloco de Esquerdas en Portugal, entre otros. Sometidos a marchas y contramarchas, actualmente, siguen emergiendo experiencias de estas características: Syriza y luego Unidad Popular en Grecia; Podemos en el Estado español; Left Unity y ahora el movimiento en torno al nuevo liderazgo laborista de Corbyn en el Reino Unido.
Sin embargo, América Latina también fue marco para el surgimiento de este tipo de procesos organizativos: comenzando por el pionero PT brasileño, que fue la expresión política del nacimiento de un nuevo movimiento obrero durante los años 80. La emergencia del PSOL, luego de la capitulación social-liberal de la dirección del PT, la OPT (Organización política de los trabajadores) en México y partidos fuertemente vinculados a procesos gubernamentales como el PSUV venezolano o el MAS boliviano, son ejemplos de experiencias de reagrupamiento.
En nuestro país, un conjunto de factores, donde el peso decisivo de corrientes sectarias cumple un rol importante, impidió que los procesos de confluencia superaran el estadio de frentes electorales entre corrientes de izquierda (las dos experiencias de Izquierda Unida o el FIT en la actualidad, son ejemplo de ello).
El descrédito de la “ilusión social”, es decir la presunción de autosuficiencia de los movimientos sociales, entre las nuevas generaciones militantes, vuelve a colocar en un primer plano la “cuestión del partido”. La construcción de fuerzas políticas en el actual periodo histórico no puede reducirse a la repetición de algún modelo organizativo exitoso (el bolchevismo, la guerrilla cubana, etc.) y, por tanto, está atravesada por un conjunto amplio de dilemas y debates nuevos ¿Cuales son las mediaciones políticas para construir direcciones revolucionarias en momentos defensivos de la lucha de clases? ¿Hay complementariedad entre la construcción de corrientes de cuadros revolucionarios y la participación en partidos obreros de masas? ¿Cuales son las delimitaciones estratégicas de estas formaciones?  Las nuevas fuerzas, ¿tienen que ser antineoliberales, anticapitalistas o revolucionarias? Si son proyectos amplios, ¿cuál debe ser el papel de lxs militantes marxistas revolucionarios dentro de ellos? ¿Qué posibilidades de colaboración entre las corrientes revolucionarias y sectores centristas, semi-reformistas o reformistas de izquierda?
Presentamos una selección plural de textos, dividida en cuatro entregas: 1) Cuestiones de método: consideraciones teóricas y metodológicas sobre la cuestión del partido en la tradición marxista; 2) Los actuales “partidos amplios” europeos: las experiencias de Syriza y Podemos; 3) Los procesos de reagrupamiento en América Latina; y 4) Los debates en la izquierda anticapitalista europea.