Declaración de Pueblo en Marcha

El 2015 está atravesado por el debate electoral y el escenario político futuro. Desde Pueblo en Marcha, partido de los movimientos sociales conformado por el Frente Popular Darío Santillán, el MULCS , el Avispero y Democracia Socialista, decíamos a principios de año, que los principales candidatos presidenciales expresan la emergencia de un nuevo consenso conservador y que, frente a eso, los sectores populares tenemos el desafío de caminar procesos de unidad, no sólo en términos político electorales sino también en la unidad de las luchas para enfrentar un escenario pos electoral donde se debate la devaluación, el endeudamiento y el ajuste y la gradualidad del mismo.

Desde esa perspectiva propusimos y avanzamos en un acuerdo político electoral con el Frente de Izquierda y participamos en las listas y en la campaña electoral de la Ciudad. No sin diferencias ni dificultades, porque venimos de tradiciones políticas y formas de organización distintas, pero con la convicción de que tenemos la tarea de construir en Argentina una alternativa política anticapitalista amplia en Argentina.

A lo largo de estos meses esa agenda de los sectores dominantes se fue cristalizando. Mientras se discute el pos 2015 en clave de ajuste, el actual gobierno pone un techo a las negociaciones salariales, pide responsabilidad a los gremios y toma nuevamente deuda en el exterior.

En este contexto, vemos fundamental que los sectores populares planteemos una férrea oposición al escenario configurado por los sectores dominantes y, en el plano electoral, eso implica el apoyo a una fuerte campaña del Frente de Izquierda que exprese una voz nacional de la oposición al nuevo consenso anti-popular de los de arriba y que se convierta en referencia masiva al servicio de las luchas sindicales, la movilización social y la construcción de poder popular en el próximo período.

Las PASO del FIT

Desde Pueblo en Marcha consideramos que las PASO son una herramienta que nació para proscribir a los partidos más chicos. Utilizarla para dirimir candidaturas es habilitar la injerencia del Estado en un debate que deben dar las fuerzas políticas.

Creemos que debería ser la discusión fraterna y cara a cara entre los distintos partidos del FIT las que definan los candidatos y candidatas. Además vemos la importancia de centrar los debates con los candidatos del sistema y no en un debate entre fuerzas políticas hermanas.

Sin embargo, viendo que las tres fuerzas del FIT no han logrado destrabar este debate y han decidido avanzar con las PASO, desde Pueblo en Marcha decidimos sumarnos y apoyar la lista que encabezan el Partido Obrero e Izquierda Socialista, con la convicción de poder visibilizar una alternativa política anticapitalista y que genere una referencia político electoral para amplios sectores populares.

A lo largo de ese período nos encontramos con un debate instalado en relación al FIT y a nuestra participación, así como la del Perro Santillán, atravesada por la discusión apertura o no del FIT, incorporación o no de otras fuerzas políticas y el carácter de la misma. Por el carácter de estos debates, y el acuerdo político con dos de las fuerzas del FIT, el PO e IS, avanzamos en la participación en las listas y en la campaña en la Ciudad de Buenos Aires, una “apertura” insuficiente pero que valoramos en perspectiva de caminar hacia mayores procesos de articulación.

Para quienes construimos un partido de los movimientos sociales y priorizamos la construcción por abajo y a la izquierda, sumarnos a aportar a una alternativa electoral anticapitalista en la Ciudad fue una experiencia positiva. Denunciar las políticas del PRO, visibilizar las resistencias y la construcción cotidiana de otro modelo de Ciudad, impulsar iniciativas y políticas concretas en materia de vivienda, de educación, vinculadas a las construcciones barriales, sindicales, fue parte de lo que desarrollamos durante la campaña y que quedó plasmado en las actividades y resultados en los barrios de la zona sur de la ciudad.

Sin embargo, dejó planteado un balance sobre la apertura o no del FIT a tradiciones políticas distintas.

Apertura o no del FIT

La apertura o no del FIT generó un debate entre las fuerzas que lo componen y también en la militancia popular. En el caso del FIT se propusieron dos métodos: el primero integrar a las fuerzas políticas con una base estricta de principios comunes. El segundo plantearles que apoyen al FIT y comiencen un “proceso de discusión” sobre el programa.

Desde Pueblo en Marcha consideramos que ampliar un frente de tres partidos trotskistas, que está lejos de agotar la amplia cultura y militancia de la izquierda de nuestro país, implica el debate de reconocer tradiciones políticas distintas y configurar un Frente de Izquierda no como un frente ideológico, sino como un espacio que puede ser impulsor de un polo político para construir una referencia masiva en Argentina.

Reconocer una izquierda no trostskista implica un respeto a las diferencias políticas y a las tradiciones diversas de nuestro pueblo trabajador. Implica aceptar las diferencias y discutir políticamente y no con chicanas la experiencia de los procesos de América Latina en la última década, no sólo en las figuras de Chávez y de Evo sino para los pueblos de toda Nuestra América. Reconocer diferencias sobre quienes reivindican la construcción de poder popular y formas de organización que priorizan la democracia de base, la prefiguración aquí y ahora de la sociedad por venir, la integralidad de lo político y lo social es respetar las diferencias, no esperar convencerlos de que “evolucionen” hacia las ideas que otro tiene. Los rótulos de chavistas, populistas, autonomistas y reformistas son todas formas de cerrar un debate y no de abrirlo.

Porque entendemos que la tarea no es sólo lograr un acuerdo político electoral para este 2015, sino construir una izquierda que sea referencia política, tenga peso en la vida política nacional y que interpele al conjunto de nuestro pueblo trabajador desde una perspectiva de transformación social radical. Porque entendemos que hoy es necesario construir una referencia que de aire y plafón a la unidad en las luchas por venir. Y eso implica ampliar.

Una alternativa de izquierda, democrática, anticapitalista, antipatriarcal y antiimperialista debe reunir y darles participación política a todos aquellos luchadores y luchadoras, referentes sindicales, movimientos de mujeres, juventud combativa y militancia que comparta la lucha por el socialismo.

Los desafíos hacia adelante

Las primeras elecciones de este año arrojaron buenos resultados para el FIT. Pero no hay que dejar de mirarlos junto al crecimiento de las alternativas más conservadoras (el crecimiento del PRO en varios distritos, el alto nivel de aceptación entre los candidatos del ajuste).

Una fuerte campaña a nivel nacional del Frente de Izquierda que se traduzca en resultados que muestran al FIT como tercera, cuarta o quinta fuerza en cada distinto y a nivel nacional es fundamental para plantear una alternativa política que está a las antípodas de los candidatos del ajuste y que propone una transformación radical de la sociedad.

Pero a la vista del fortalecimiento de alternativas de derecha es necesario sobre todo, que esa alternativa de izquierda sea un camino de unidad que se retroalimente de la unidad en las luchas sindicales, barriales, contra la criminalización y judicialización, de lucha en todos los planos para enfrentar como un solo puño la ofensiva de los sectores dominantes.

El 2015 nos encuentra mejor parados que el 2001. Para muchos movimientos populares, organizaciones sociales y políticas que venimos construyendo una alternativa política de lxs de abajo, construyendo poder popular en los barrios, en los lugares de trabajo, en las universidades, en las escuelas, buscando transformar desde ahora y en este contexto a un sistema injusto que nos explota y oprime, que crecimos a calor de la rebelión popular del 19 y 20 pero fuimos consolidándonos dando batalla en la última década, estamos ante una nueva oportunidad.

Depende de todos nosotros y nosotras construir un amplio polo de izquierda en Argentina que enfrente en mejores condiciones a este sistema y que avance en la construcción de una alternativa por el socialismo.