Desde Pueblo en Marcha, herramienta electoral creada en la Ciudad de Buenos Aires desde la confluencia del Frente Popular Darío Santillán, Democracia Socialista, el Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social y Bartolina Sisa – El Avispero, hemos sostenido, en los últimos meses, una serie de diálogos con diversas fuerzas de la izquierda para avanzar en la tarea del momento, la conformación de un gran polo de la izquierda. Luego de diversas conversaciones con distintos grupos, el pasado 26 de febrero hemos tenido una reunión con los tres partidos que integran el FIT. En dicha reunión expresamos nuestra propuesta y sostuvimos que al FIT le cabe una gran responsabilidad en la posibilidad de construir ese polo, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como a nivel nacional.
Asistimos a una coyuntura excepcional. Por un lado, todos los candidatos de los partidos burgueses expresan una clara salida por derecha tras el final del ciclo kirchnerista, y la izquierda tiene grandes posibilidades de transformarse en una referencia político electoral para amplios sectores populares. Partiendo de esa caracterización, hemos hecho un pronunciamiento público llamando a diversas organizaciones populares y de la izquierda a realizar el esfuerzo de la unidad. Esta declaración generó la adhesión y simpatía de importantes referentes sindicales, luchadores barriales, intelectuales y figuras de la cultura. Estas repercusiones dejan en claro que un importante sector de los trabajadores organizados, los luchadores populares y la intelectualidad de izquierda ven con simpatías este esfuerzo.
En las semanas previas a la reunión del 26 de febrero, las tres fuerzas que componen el FIT nos comunicaron su vocación de avanzar por el camino de la unidad, de construir en conjunto de cara a las próximas elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, en nuestro último encuentro el PTS puso reparos inesperados ante los pasos que vinimos dando hacia la unidad. Pero la tarea política del momento es postular a la izquierda como una referencia política de masas, ampliando su representatividad y su composición, no restringirla de manera defensiva. Creemos que, allende las diferencias, ninguna excusa es válida cuando lo que se juega es la posibilidad histórica de colocar a las fuerzas anticapitalistas como factores de peso en la vida política nacional. Por tal motivo esperamos volver a reunirnos, remover cualquier obstáculo y retomar los pasos hacia la unidad.
Pueblo en Marcha27/02/2015