Crónica del Campamento Nacional de Juventudes Anticapitalistas de Brasil
Por Rocío Stefanazzi Kondolf y Tomás Callegari
Durante los días 20 a 24 de enero pasados tuvo lugar en la ciudad de Niterói, estado de Río de Janeiro (Brasil), el Campamento Nacional de Juventudes Anticapitalistas. En él se dio origen a una nueva organización de juventud, que intervendrá de manera unitaria en diferentes frentes: movimiento estudiantil universitario y secundario, mujeres, LGTTB, negras y negros, cultura popular y favela, campo y ecología y anti-prohibicionismo. Ésta surge de la fusión de más de 30 colectivos, entre los cuales se destacan Levante y Rompiendo Amarras, organizaciones de juventud independientes donde intervienen las corrientes Enlace, CLV y CSOL, que recientemente han avanzado por su parte en la constitución de una herramienta política común de izquierda revolucionaria: Insurgencia, que encabeza el bloque de izquierda al interior del PSOL (Partido Socialismo y Libertad).
Delegaciones de Argentina (integrada por Democracia Socialista y amigas) y Chile (Libres del Sur) tuvimos la alegría de compartir con los/as compañeros/as brasileños/as esta experiencia fundacional, donde pudimos estrechar lazos y vivificar nuestras perspectivas de internacionalismo latinoamericanista, en un encuentro que supo conjugar organización colectiva, debates políticos formativos y diversión contra-cultural, con actividades culturales y fiestas temáticas que problematizaban diversas opresiones. El campamento estuvo autoorganizado en brigadas (grupos de debate y organización de tareas), cada una de las cuales contaba con sus respectivos/as delegados/as. Con una participación de alrededor de unos/as 800 compañeros/as de todas partes de Brasil, fue un ejemplo de organización y un ejemplo de centralización democrática. Y fue también ejemplo de rebeldía y resistencia. En el día a día, mujeres, varones y otrxs génerxs cuestionaban su rol social al transvestirse, al romper con los roles establecidos por el patriarcado y la heteronorma; mientras que distintos/as jóvenes y grupos mostraban su música popular y arte callejero.
Su propio origen ya dice mucho. Fueron las convulsivas “jornadas de Junio” la ocasión para un acercamiento cada vez más intenso entre el grueso de los activistas que se dieron reunión hace dos semanas atrás en Niteroi. Fueron las duras luchas en la calle, enfrentando la represión de una policía militarizada, que los encontraron de un mismo lado; movilizaciones masivas, que alcanzaron convocatorias de un millón de personas en todo Brasil, y que comenzaron como protestas contra el aumento del transporte para pronto generalizarse a una amplia serie de reivindicaciones, en su mayoría ligadas a las políticas gubernamentales de gasto público en el contexto de las multimillonarias inversiones para el Mundial de Fútbol de 2014. Hoy en día, ante la fuerte fragmentación persistente en el movimiento socialista revolucionario, la vocación de síntesis y superación de las identidades particulares que se expresa en el nacimiento de esta joven corriente son un ejemplo para las organizaciones revolucionarias de toda América Latina. Y en la singular coyuntura brasileña, se trata un paso fundamental en la organización militante de una generación y un pueblo que se preparan para un año de fuerte enfrentamiento contra los intereses capitalistas e imperialistas de Brasil y del mundo, aglutinados alrededor de la consigna “No va a haber Copa”.
Su propio origen ya dice mucho. Fueron las convulsivas “jornadas de Junio” la ocasión para un acercamiento cada vez más intenso entre el grueso de los activistas que se dieron reunión hace dos semanas atrás en Niteroi. Fueron las duras luchas en la calle, enfrentando la represión de una policía militarizada, que los encontraron de un mismo lado; movilizaciones masivas, que alcanzaron convocatorias de un millón de personas en todo Brasil, y que comenzaron como protestas contra el aumento del transporte para pronto generalizarse a una amplia serie de reivindicaciones, en su mayoría ligadas a las políticas gubernamentales de gasto público en el contexto de las multimillonarias inversiones para el Mundial de Fútbol de 2014. Hoy en día, ante la fuerte fragmentación persistente en el movimiento socialista revolucionario, la vocación de síntesis y superación de las identidades particulares que se expresa en el nacimiento de esta joven corriente son un ejemplo para las organizaciones revolucionarias de toda América Latina. Y en la singular coyuntura brasileña, se trata un paso fundamental en la organización militante de una generación y un pueblo que se preparan para un año de fuerte enfrentamiento contra los intereses capitalistas e imperialistas de Brasil y del mundo, aglutinados alrededor de la consigna “No va a haber Copa”.
Además de la constitución de la corriente, el campamento también dejó como saldo una serie de iniciativas a impulsar a escala latinoamericana, que van desde una revista a editar en portugués y español sobre temáticas de interés común, hasta la proyección de un posible nuevo Campamento Latinoamericano de Juventudes Anticapitalistas que sea una oportunidad para enriquecer la elaboración de una visión continental superadora de nuestras realidades locales.
Desde Democracia Socialista saludamos la fundación de una nueva organización de juventudes de la izquierda anticapitalista en Brasil, y agradecemos la invitación a participar del evento. Nos volvemos a Argentina con la satisfacción de haber visto nacer a una de las organizaciones más dinámicas de la izquierda brasileña y de haber avanzado un poco en la integración de las perspectivas anticapitalistas en América Latina.
Desde Democracia Socialista saludamos la fundación de una nueva organización de juventudes de la izquierda anticapitalista en Brasil, y agradecemos la invitación a participar del evento. Nos volvemos a Argentina con la satisfacción de haber visto nacer a una de las organizaciones más dinámicas de la izquierda brasileña y de haber avanzado un poco en la integración de las perspectivas anticapitalistas en América Latina.