Ensanchar los horizontes de vida
El 1 de diciembre se cumple un año mas del dia de conmemoración del SIDA. Como es de
esperar, todos los años se organizan campañas de prevención y testeos masivos en
algunas localidades del país. Pero vamos mas allá, hablemos de los avances
tecnocientificos en materia de desarrollo de tratamientos optimizados o porqué no ha habido.
¿Cuánto avanzó la ciencia y su financiamiento necesario para frenar esta pandemia
silenciosa que ya se lleva miles de muertos a lo largo de la historia? ¿Cuál es el alcance de
las campañas de prevención? ¿Qué dicen los trabajadores investigadores y de la salud
cuando se habla de esta pandemia?
Algo de historia
En 1980 se visibilizó la existencia del VIH, pero con eso se abrió un momento de
persecución y miedo de la sociedad frente al contacto con les portadores a partir de la mal
llamada “peste rosa” o “cáncer gay” que marginalizó aún mas a grupos ya subalternizados
como las lgtbiq, migrantes, trabajadoras sexuales, etc. que implicaban la primera línea de
frontera contra la pandemia del vih.
También es preciso remarcar que frente a esa ola de higienismo represivo fue surgiendo
distintos grupos mas radicalizados que permitieron una renovación de un ciclo luchas dentro
del movimiento LGTB (como primera conquista de derechos). En 1989, Douglas Crimp
afirma que, “lejos de promover la pasividad y favorecer el retiro en una esfera privada de
sufrimiento, este trauma inspiró
una nueva forma de militancia, una militancia procedente del duelo, que abrevaba su fuerza
dentro de la melancolía y el luto.”
El activismo LGTB de aquel entonces que reaccionó ante esa pulsión de muerte en
circunstancias tan trágicas (comparables en cierta medida a la caída del comunismo) era
inseparable de la angustia y el duelo. A cambio de ignorar la melancolía, se la vehiculizó
hacia un fecundo trabajo de reconstrucción, en la creación de centros médicos, por la
atención psicológica, por la defensa de los derechos recién conquistados y reconstruyendo
una red de asociaciones. Act Up fue el producto de una melancolía fructífera y política.
Ley de VIH, Hepatitis, Tuberculosis e ITS.
En estos ultimos años venimos siendo testigos de la creciente articulación de agrupaciones
en torno a mejorar la calidad de vida de les portadores de VIH, hepatitis e ITS. Es fruto de
ese encuentro y militancia sostenida .
Algunos de los puntos centrales son el cambio de enfoque biomédico por uno de derechos
humanos y género, pensiones no contributivas para aquellas personas con VIH y Hepatitis
B o C que tengan necesidades insatisfechas. Provisión de tratamientos para quienes
adquirieron el virus por transmisión vertical y para otras poblaciones clave como mujeres,
personas trans, travestis y no binaries, etc. Extensión de la provisión de leche de fórmula
hasta los 18 meses (antes llegaba sólo a los 6 meses) para bebés de madres positivas.
Creación del Observatorio Nacional de Estigma y discriminación en la órbita del INADI, en la
búsqueda de que no se pueda utilizar la infección por VIH, Hepatitits B o C, TBC o cualquier
ITS para impedir el ejercicio de los derechos.
Es importante resaltar que la ESI no puede quedar por fuera de este tipo de leyes. Para
esto también sería de interés un fortalecimiento del vinculo legal que permita rellenar el vacío de ESI-VIH
en todo el amplio arco de instituciones formales e informales. Asi poder garantizar una
aplicación mas sólida de los cambios necesarios que el pueblo trabajador necesita.