Brais Fernández: El resultado fue el mejor que ha tenido un partido a la izquierda de la socialdemocracia desde la muerte de Franco. 5 millones de votos, tercera fuerza a unos pocos miles del PSOE, que demuestran que Podemos expresa a nivel electoral el deseo de acabar con los partidos tradicionales y la austeridad. Podemos hizo una campaña con poca participación activa por la base y con un programa bastante más moderado que cuando surgió, pero recuperando algunos de los códigos más a la izquierda que la marea del 15M habían puesto encima de la mesa. Pablo Iglesias estuvo espectacular en algunos debates, conectando con la gente y eso permitió remontar los malos resultados que daban las encuestas. Todo lo que ha venido despues ha tenido mucho de teatro parlamentario. Podemos, a diferencia de IU y del PCE, son una izquierda que no tiene una mentalidad subalterna con el PSOE. Juegan mucho con movimientos tácticos audaces y giros bruscos a izquierda y derecha para tratar de marcar la agenda. Pablo Iglesias lanzó una propuesta de gobierno al PSOE que el PSOE rechazó, y prefirió aliarse con Ciudadanos (un nuevo partido liberal), pidiendo a Podemos que apoyase ese acuerdo. Ahí la situación se bloqueó, y todos los partidos iniciaron un juego para ver quién aparecía como culpable ante las nuevas elecciones. Nosotros pensamos que no tiene sentido pactar con el PSOE, un partido profundamente neoliberal, la autentica encarnación del régimen capitalista en España, pero si que hay que disputarle su base social, que es mayoritariamente obrera y popular. Demostrar que es un partido de las élites, interpelandolo pero sin pactar con él en un gobierno que supondría integrar y enterrar la posibilidad de construir un campo popular antagonista.
En relación a la imagen de crisis interna que traslucen los medios masivos ¿Cuál es el estado del debate interno en podemos? ¿Se trata de una crisis?
BF: Sí, Podemos ha sufrido muchas crisis internas. Por así decirlo, vive en una crisis permanente. El modelo de construcción ha sido nefasto: muy vertical, autoritario, fomentando a ciertos sectores solo por su lealtad fanática con la dirección, abandono de la construcción por abajo, mentalidad burocrática, personalismo.. No es un partido democrático Podemos, la verdad. Las crisis se han dado casi siempre a nivel de las Comunidades Autonomas, pero esta última fue estatal, y se saldó con la destitución, con formas muy feas, de Sergio Pascual, Secretario de Organización, paradojicamente uno de los principales responsables del modelo desastroso de partido implantado. Pablo Iglesias, consciente del hartazgo y decepción de mucha gente, nombró nuevo secretario de organización a Pablo Echenique, una de las principales caras visibles del sector crítico. Veremos ahora lo que ocurre. Podemos esta devastado por abajo, lleno de vicios, con una cultura política nefasta. En mi opinión, mucha gente que ha pasado por los círculos seguirá votando a Podemos, pero ya no buscará organizarse en sus estructuras. Podemos tendrá mucho electorado, pero será debil por abajo. Sólo una nuevo oleada de movilización puede remover un poco el pantano. Mientras tanto, se hace necesario fortalecer e intervenir también en otros espacios, construir movimiento autónomo, sindical y barrial, entendiendo que a nivel electoral, Podemos es la referencia para milllones de personas.