Traducción de Silvia Said Algaba para Democracia Socialista
El mes de agosto está marcado por la reanudación de la polarización política en el país. La votación del impeachment de Dilma en el Senado está programada para fin de mes: la consolidación del golpe parlamentario, organizado por los sectores más conservadores y reaccionarios de la burguesía brasilera, debe llamar la atención de toda la población. Una vez más, las calles deben ser el escenario de la polarización entre quienes están en contra y quienes están a favor del impeachment en actos convocados por la derecha y por la izquierda. El 31 de julio, nosotros, RUA-Juventud Anticapitalista, estaremos nuevamente con el MTST, el Frente Pueblo sin Miedo y otras organizaciones de izquierda, en la lucha por FUERA TEMER, por la defensa de nuestros derechos y para que el pueblo sea quien decida el rumbo del país.
El PT y el golpe parlamentario
En los últimos 13 años la política de colaboración de clases del PT afectó los derechos de la clase trabajadora y profundizó el desarrollo del capitalismo en el país. Hizo avanzar, en educación y salud, una serie de privatizaciones. Tuvo como punta de lanza económica al agronegocio y la destrucción de la naturaleza, los bancos y al sistema financiero, las empresas y las desastrosas mega obras y eventos. La renta fue distribuida, más es preciso decir que fue en pequeña medida y en acuerdo con la burguesía, que tuvo como condición el incremento de sus ganancias mediante la expansión del crédito y el endeudamiento de la clase trabajadora. Y, claramente, todo aquello sin ningún avance en la garantía de derechos. Aun así, el gobierno de Dilma se mostró insuficiente para los intereses de la burguesía.
Después de las jornadas de junio del 2013, en las que una nueva generación de activistas y movimientos sociales ocupó las calles con movilizaciones masivas, se dio la señal: el PT ya no era capaz de controlar el conjunto de los movimientos sociales. Para la burguesía estaba claro que el pacto de colaboración de clases ya no garantizaba estabilidad política – y que sería necesario disputar esas movilizaciones y sus reclamos. Y así se hizo. Se creó un polo a la derecha como lastre social y expresión de masas, en espacial a partir de marzo de 2015, además de una agenda política de retrocesos conservadores. En ese escenario, derribar el gobierno de Dilma no solo era deseable sino también posible para la burguesía. Era el momento de abandonar la colaboración de clases por una política burguesa “de pura sangre”.
Sostenido por movilizaciones masivas de sectores medios dirigidos por la derecha, convocados por entidades como la FIESP [Federación de Industrias del Estado de São Paulo], la Red Globo y “movimientos sociales” financiados por partidos de la vieja derecha como el MBL [Movimiento Brasil Libre], Revoltados Online [Indignados Online] y Movimento Vem pra Rua [Movimiento Ven para la Calle], las maniobras jurídicas posibilitaron el golpe institucional, instalando el gobierno ilegítimo de Michael Temer y abriendo espacios para una disputa en que prevalece un desplazamiento a la derecha de la política general del país y de la región. Más no podemos considerar esta disputa como definida de antemano.
El gobierno ilegítimo y golpista y el Fuera Temer
El gobierno ilegítimo de Temer no demoró en mostrar a qué vino. Ya en los primeros días mostró un ministerio tenebroso de verdaderos enemigos del pueblo, como Alexandre de Moraes en Justicia (antes Secretario de Seguridad Pública de San Pablo y jefe de la Policía Militar, record en violencia); e Mendonça Filho, quien llamó a Alexandre Frota a discutir políticas educativas, a cargo de MEC [Ministerio de Educación]. Anunció medidas como el Proyecto de Ley Escuela Sin Partido, que retoma estructuras educativas de regímenes de excepción; coquetea con un ataque brutal a la CLT [Consolidación de la Ley de Trabajo] y pretende aprobar de manera aún más rígida, la Reforma Previsional, en trámite desde el gobierno de Dilma.
Por aquello, el gobierno de Temer viene enfrentado resistencias en las calles ya que, si bien prevalece el peso de la derecha, el espacio para la oposición de izquierda es cada vez más amplio. Es notable la reanudación de las luchas de masas, desde las movilizaciones de junio del 2013, pando por el movimiento para la reforma urbana, el aumento y radicalización de huelgas en distintas partes del país, la rebelión de estudiantes de secundarios que nacionalizó a partir de las escuelas paulistas, la primavera feminista y varias otras luchas de los últimos años. Como decíamos, existe un espacio creciente para la izquierda que fue retomada en las luchas que provocó para la burguesía, desde el punto de vista político, que sea agotara la colaboración de clases.
La insatisfacción y el no reconocimiento del gobierno de Temer ganaron las calles e hizo que el #FORATEMER se convirtiera en una de las frases más repetidas de los últimos meses, motivando la ocupación de distintos espacios públicos, además de una serie de movilizaciones multitudinarias.
En los próximos meses tendremos una gran responsabilidad en la lucha contra Temer: resistir las Olimpiadas. Participaremos de las movilizaciones del día 5 de agosto y denunciamos la ciudad de exclusión que promueven el gobierno federal y municipal para realizar megaeventos. Con importantes sectores de la burguesía internacional en Rio de Janeiro luchar contra Temer puede ser decisivo -más cuando puede avanzar la criminalización de los movimientos sociales bajo el justificativo de ¡“terrorismo”!
Sostenemos que sigue siendo necesario impedir la estabilización de este gobierno ilegítimo. Derrotar a Temer y el golpe institucional significa frenar la agenda de retrocesos y abrir un espacio para la izquierda en la correlación de fuerzas en el país y mismo para América Latina, ya que el agotamiento del ciclo de colaboración de clases también afecta a países como Argentina y Venezuela. ¡La unidad de todos los sectores de explotados y oprimidos por Fuera Temer sigue estando a la orden del día!
¡Radicalizar la democracia! Es necesario ir más allá del #ForaTemer
La disputa en curso es sobre la correlación de fuerzas en la sociedad y esa lucha no la abandonaremos. ¿Prevalecerá una moralización de la derecha con la consolidación del golpe o el movimiento de masas podrá polarizar la sociedad, de modo tal que impida la retira de los derechos y el deterioro de nuestras condiciones de vida? Aún en caso de confirmarse el impeachment, ¿saldrá, el movimiento de masas, con fuerzas suficientes para derrotar los ataques del gobierno o terminará bajando la cabeza? Para nosotros es necesario defender nuestros derechos a toda costa contra la ofensiva burguesa y, para eso, las luchas del próximo mes serán decisivas porque definirán, en gran medida, cuanta fuerza tenemos los de abajo para enfrentar a los de arriba.
A pesar de la importancia de políticas unitarias por el Fuera Temer consideramos que, para obtener éxito en la disputa del movimiento de masas y de la conciencia de los de abajo, es necesario ofrecer una salida para que la clase trabajadora dispute los rumbos del país y ofrecer una solución real a la crisis política y económica. Para nosotros, RUA, la izquierda anticapitalista debe ser la alternativa a los desastres de Dilma y de Temer y ofrecer una salida independiente es parte importante de esa construcción.
No defendemos, en ninguna circunstancia, un Fuera Temer que devenga en “vuelve Dilma”. Los gobiernos petistas demostraron en los últimos 13 años que van hacia un lado que no es el nuestro – y su retorno solo podría significar la continuidad de políticas que nos trajeron a donde estamos, es decir, más políticas desastrosas para con la clase trabajadora.
Defendemos que el pueblo sea llamado a decidir sobre quién gobierna como forma de impedir la consolidación del golpe institucional. Debemos dar por cerrada la experiencia petista de colaboración de clases. Defendemos que se convoque, a partir de un plebiscito popular, a nuevas elecciones generales y con nuevas reglas: es necesario acabar con el financiamiento privado de las campañas, con el vale todo de las políticas de alianzas, con la falta de representación de mujeres, negros y LGBTs. No tememos fortalecer un Congreso más a la derecha con nuevas elecciones. Creemos en la disputa política y, además, la base de apoyo Michel Temer es suficiente para la aprobación de una nueva constitución.
Defendemos una salida política por la izquierda y masiva como la única manera de impedir el reflujo de la lucha por Fuera Temer como “hecho consumado” de que es el quien gobierna. Es tarea del conjunto de la izquierda anticapitalista proponer salidas concretas y capaces de derrotar a Temer sin para a mitad de camino como un retorno de Dilma y de la colaboración de clases. ¡La salida solo puede ser por la izquierda!
Por todo esto, consideramos una enorme victoria los ejes del acto convocando por el Frente Povo Sem Medo [Frente Pueblo Sin Miedo]. El pueblo debe ser llamado a decidir y polarizaremos las calles contra la derecha en cuanto esta movilice. El MBL de Kim Kataguiri ya retrocedió y dijo que no dará prioridad al día 31. ¿Será una señal de que no darán cuenta de la polarización a la que ellos nos desafían?
El día 31 estaremos en las calles e invitamos a todos aquellos y aquellas dispuestos a defender los derechos de los explotados y oprimidos a impedir la consolidación de un golpe de la burguesía y de los retrocesos, a luchar por una salida a la izquierda que supere los desastres de la traición petista para con la clase trabajadora -en resumen, invitamos a sumarse con nosotros en las calles a todos aquellos y aquellas dispuestos a ¡luchar siempre y temer jamás!
¡Fuera Temer!
Por la radicalización de la democracia: ¡plebiscito sobre elecciones generales ya!
¡En defensa de nuestros derechos!