Estados Unidos acaba de congelar los bienes de siete funcionarios venezolanos y declarar la situación del país sudamericano una “amenaza extraordinaria para la seguridad nacional”. A su vez, el presidente Obama declaró la emergencia nacional “para tratar con esa amenaza”. Se trata de una escalada más de los intentos desestabilizadores del imperialismo yanqui, que intentan crear una situación sin salida que justifique ya sea una intervención militar directa o la legitimación del financiamiento a los grupos de la derecha venezolana para usarlos como ariete contra el gobierno y el pueblo bolivariano. Lo hemos visto actuar en el financiamiento y entrenamiento a la contra nicaragüense, los planes desestabilizadores contra el gobierno de Salvador Allende en Chile, en Granada, contra la Revolución Cubana… las políticas de injerencia y control militar y político en territorio latinoamericano son incontables. Pero lo nuevo está dado en las graves declaraciones oficiales del gobierno norteamericano, que se colocan en las antípodas de la realidad geopolítica regional, donde no existen verdaderas amenazas a la seguridad nacional norteamericana, salvo que quieran llamar “amenaza” a la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos, a sus esfuerzos por trazarse una política independiente y por avanzar en el camino de la profundización de la soberanía, la democracia y el socialismo.
Los intentos de desestabilización contra la hermana república de Venezuela, cuna de rebeldes y luchadores incansables, han sido incontables, pero desde la profundización de la crisis económica, el desabastecimiento y la caída del precio del petróleo, se han profundizado, pues la derecha reaccionaria ve en las dificultades reales del proceso revolucionario de Venezuela, la oportunidad para golpearlo, ya sea agitando algún descontento popular, una movilización violenta del movimiento estudiantil, o utilizado e incentivando a sectores vacilantes de las fuerzas armadas a sublevarse contra el régimen democrático y popular venezolano.
Frente a estas graves declaraciones y amenazas del gobierno norteamericano, que se suman a los intentos golpistas del mes pasado de un grupo de militares en acuerdo con Corina Machado y otros sectores ultraderechistas de la oposición, desbaratado por el gobierno venezolano, hoy frente al peligro que se ciernes sobre el proceso bolivariano, decimos:
Por la unidad antiimperialista latinoamericana para derrotar juntos los intentos de desetabilización.
Por la profundización en un sentido democrático y socialista del proceso revolucionario bolivariano.
Pueblo en Marcha se moviliza el viernes a las 17hs en Plaza Italia – 18hs en la embajada de Venezuela (LM Campos 170)