La referencia a una manada de elefantes surgió como símbolo de la lucha a partir de los dichos del secretario general de ATE Neuquén, Carlos Quintriqueo, quien en un medio radial planteó: “Nosotros seguimos trabajando en el marco de la organización, de hecho, los autoconvocados correrán por su cuenta. Es como bailar con un elefante, no sabes si agarrarlo de la cola o de la trompa porque no tiene forma lo que se está discutiendo”. Lxs autoconvocadxs tomaron lo dicho y resignificaron la figura del elefante, resaltando que son animales nobles, con una pisada fuerte, que se caracterizan por su memoria y que, sobre todo, andan en manada.
En las últimas semanas, Neuquén está ocupando un lugar en las noticias nacionales por el conflicto desatado luego del acuerdo paritario firmado a finales de febrero por la conducción de ATE y UPCN, que estipulaba inicialmente un magro aumento del 12% que luego terminó en 15%, a lo que se sumaron algunos montos en negro para lxs estatales de la provincia.
Esta vergonzosa paritaria generó un amplio rechazo entre lxs trabajadores del sector público de salud que comenzaron un proceso de organización en toda la provincia, por medio de una Asamblea Interhospitalaria que, desde el comienzo, fue ninguneada y boicoteada por la conducción del sindicato y por el gobierno de Omar Gutiérrez (del Movimiento Popular Neuquino).
Con el correr de las semanas, la lucha se fortaleció y extendió, logrando un claro apoyo de la sociedad neuquina. Cotidianamente, lxs autoconvocadxs reciben aportes al fondo de huelga, así como alimentos y leña para los acampes y cortes de ruta que se multiplicaron por todo el territorio neuquino. La participación popular en las movilizaciones que convocan es masiva y la exigencia al gobierno del MPN de que brinde una respuesta a sus justos reclamos se transformó en un grito que se escucha en toda la provincia. También se destaca el apoyo de los sindicatos de ATEN (docentes), SEJUN (judiciales), ANEL (legislativxs) ADUNC Y APUNC (docentes universitarixs) y de las organizaciones sociales y políticas de la región.
El nivel de fuerza y organización que demostró el movimiento, que además decidió volver al histórico método de los cortes de ruta (bloqueando incluso los accesos a la joya energética nacional de Vaca Muerta), sumado al nivel de respaldo popular, obligó al reacio gobierno provincial a sentarse a la mesa de negociación. La primera oferta fue de un “bono COVID”, no remunerativo, por 30 mil pesos, pagadero en tres cuotas. Tras el inmediato rechazo, el ofrecimiento subió a 40 mil en cuatro cuotas, propuesta que también fue rechazada por la Asamblea Interhospitalaria por considerar que no representa un aumento del básico (para el que se reclama un aumento del 40%, que compense las pérdidas ante la inflación) y que no responde a otra exigencia de la movilización que pasa por el aumento del presupuesto provincial de Salud, un sector claramente desfinanciado en las últimas administraciones.
Durante el fin de semana, finalmente la provincia ofreció una recomposición salarial del 53% para los estatales de la provincia (incluyendo un 15% ya otorgado en marzo, por lo que el incremento real sería de 38%), en un plan en seis etapas que extienden hasta diciembre 2021. La propuesta ya fue aceptada por ATE, lo que también implica el fin del paro por tiempo indeterminado que había lanzado el pasado jueves 22 de abril, después de meses de dilaciones. Pero lxs autoconvocadxs, que fijarán posición definitiva en las próximas horas, en principio la consideran como una “burla” ya que no sólo es una oferta menor a lo reclamado sino que dilata la efectivización hasta el próximo año e incluye como parte de la oferta ítems como un plus para ropa de trabajo que ya debería haber sido abonado hace meses. La estrategia del corte de ruta, si bien viene demostrando una clara efectividad, también está generando ataques y presiones de distintos sectores. Tanto gremialistas del petróleo como camioneros ya protagonizaron ataques a los bloqueos y amenazaron con desalojarlos por la fuerza y hasta la propia CGT exigió terminar con esa metodología, dando cuenta una vez más de su distancia con las necesidades reales de lxs trabajadorx. Incluso este viernes Gendarmería intentó desbloquear un corte en La Angostura, pero se lo impidió una gran movilización popular de respaldo, en la que incluso participó el obispo neuquino Fernando Croxatto.
Lxs autoconvocadxs necesitan hoy más que nunca de nuestro apoyo y solidaridad para terminar de torcerle el brazo a la burocracia sindical y al gobierno del MPN.