La Revolución es un Sueño Eterno
“Si yo me callo, gritarían las piedras de los pueblos de América Latina, que están dispuestos a ser libres de todo colonialismo después de 500 años de coloniaje” Hugo Chávez

“La muerte será la mayor recompensa de mis fatigas, cuando haya visto ya expirar a todos los enemigos de mi patria, porque entonces nada tendrá que desear mi corazón, y mi esperanza quedará en una eterna apatía, al ver asegurada para siempre la libertad del Pueblo Americano” Juan José Castelli
La locura consiste en creer que todos los pueblos pueden ser libres y soberanos. Que no hay más legitimidad en este mundo de la que procede de las voluntades de aquellas mujeres y hombres que, día a día, riegan nuestras tierras con el sudor de su trabajo, que lo hacen funcionar con el esfuerzo de su actividad laboriosa, de todas aquellas y aquellos a quienes se les niega la posibilidad de crecer y vivir, de lxs humilladxs y lxs nadie. La locura consiste en creer que la tiranía, la injusticia y la infamia son solo una parte de la historia universal de la humanidad rota, pero que de ninguna manera son ni eternas ni inalterables. La locura consiste en que en cada suspiro se tiendan anhelos de libertad, justicia, igualdad y belleza.
Esa fue la locura de las mujeres y los hombres de Mayo. De las libertadoras y libertadores de nuestra Patria Grande. Desde Bernardo de Monteagudo, quien en 1809 había redactado la proclama de la “Revolución de Chuquisaca” en el Alto Perú, para luego redactar los acontecimientos de aquel mayo en el periódico fundado por el mismo “Martir o Libre”; hasta Juana Azurduy, al mando de un ejército de indias, mestizas y criollas, apodadas “las amazonas” por su firmeza, mujeres a las que los bronces intentaron olvidar como a toda esa mitad de la humanidad que hace su propia historia. De los French, Berutti, Dupuy, Cardozo, Moreno, Belgrano, Castelli, Larrea, Vieytes, Rodríguez Peña, etc.
Por sobre todo, de todas y todos aquellxs anónimxs, esa multitud que en el mediodía del 25 de mayo subieron por las escalinatas del Cabildo, en busca de su destino redimido, armadxs con trabucos y pistolas, logrando que la delegación entrara al Cabildo y planteara, en palabras de Castelli “(…) excelentísimo señor, tenemos el sentimiento de venir en comisión por el pueblo y el ejército que están en armas a intimar a vuestra excelencia la cesación en el mando del Virreinato”, logre la renuncia del Virrey Cisneros. Y es que la historia la hacen los pueblos.
Doscientos años han pasado de esas rebeliones que lograron sacudir del yugo colonial nuestros pueblos. La historia es un largo peregrinar tras el sueño eterno de la liberación, y en ella se encuentras todas esas mujeres y hombres que dieron hasta el último aliento de sus vidas para cambiar todo lo que deba ser cambiado. Hoy, las fronteras que nos dividen siguen siendo las heridas abiertas de la conquista.
Nuestro continente, el más desigual del mundo, se sigue desangrando con el saqueo y el ultraje imperialista, su injerencia en los asuntos nacionales es moneda corriente, al punto que la bienpensante prensa llama con el eufemismo de “opinión de expertos”. Su control de la prensa local la llaman “libertad de expresión”, y para garantizarla sus bases militares se extienden a lo largo y ancho del continente, así como para recordarles a los gobiernos locales su “opinión de expertos”. Las empresas tras-nacionales se hacen de nuestros bienes comunes, que en su lenguaje empresarial llaman “recursos naturales”, depradando y devastando nuestras minas, ríos, selvas y bosques. Los gobiernos y empresariado locales parecieran ser, en su inmensa mayoría, sucursales de la Casa Blanca.
Hoy, nos vuelve a acechar una nueva contra-ofensiva imperialista. Nuestra querida Revolución Bolivariana se encuentra acechada por bandas para-militares y una terrible guerra económica, mientras se le presenta una feroz resistencia que defiende todas las conquistas del Chavismo. En Brasil una banda de ladrones secuestro la república, imponiendo medidas profundamente anti-populares. En nuestro país un grupo de ceócratas, con cuentas bancarias en Panamá, lleva adelante un conjunto de medidas que tiene por objetivo disciplinar al conjunto de trabajadorxs y al movimiento popular.
Sin embargo, si hablamos de contra-ofensiva es porque en todos estos últimos años hemos podido avanzar en materia de soberanía y derechos. Avances que no son el regalo de nadie, sino la conquista de nuestras luchas. Por ese sendero nos proponemos avanzar, defendiendo todo lo que supimos conquistar, pero sobre todas las cosas, avanzando en organización para que América Latina sea la tumba del imperialismo.
Nuestra Patria es América Latina, nuestra Patria es Humanidad.
Por la Segunda y Definitiva Independencia.
América Latina Será toda Socialista.
CienFuegos OP
La Emergente
Democracia Socialista