Lxs trabajadores de salud de la Provincia de Buenos Aires, luego de protagonizar la lucha contra la pandemia, se encuentran con una paritaria cerrada por decreto, a la baja y con formas de contrataciones precarias y salarios que fomentan el éxodo al sistema privado. Para conocer mas de su situación, entrevistamos a Viviana Ríos Alvarado, residente en la Provincia de Buenos Aires y trabajadora del HIGA San Roque de Gonnet.

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"Llegamos a este cierre de paritaria por decreto y a la baja" Entrevista a Viviana Ríos Alvarado 2

1) Actualmente CiCOP está encarando un plan de lucha contra el cierre por decreto de la paritaria de salud bonaerense que hizo el gobernador Axel Kiciloff. ¿Cómo se llegó a esta situación? ¿Cuáles son las demandas de lxs trabajadorxs?

-El miércoles 29 de septiembre fue el primer llamado a paritarias para lxs profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires. La propuesta del gobierno provincial era de un aumento del 41% lo cual fue rechazado después en asamblea. No solo porque no implica una recomposición salarial respecto de los niveles actuales de inflación sino también porque omite cualquier reconocimiento de la labor desempeñada por todo el sector salud en la pandemia, a nivel nacional pero centralmente en la provincia. Este es el que más bajas por Covid ha tenido y es algo que la propuesta salarial no contiene. Pero también hay otra discusión que hemos estado planteando desde los distintos sectores que estamos en salud (yo formo parte de las residencias de la Provincia de Buenos Aires), que tiene que ver con el pase a planta de trabajadores que hoy por hoy son contratadxs o que ingresan como monotributistas, tanto en el sistema de la de la provincia como en el área municipal. Al día de hoy, una persona bajo esta modalidad de precarización cobra la mitad sueldo que tenemos nosotras, sin aportes previsionales (al igual que las residencias). Este es un reclamo general que se plantea para una situación que precede a la pandemia pero que se exacerba en ese contexto en el que provincia absorbe una gran cantidad de trabajadorxs por contrato sin acreditar nunca los aportes previsionales.

Otro de los grandes reclamos claramente tiene que ver con las vacaciones y con las licencias, que fueron suspendidas al inicio de la pandemia. Si bien se fueron dando algunas respuestas parciales,  en paralelo el gobierno respondía más a las exigencias de los medios de comunicación en torno a las grandes aperturas cuando todavía estábamos a la mitad de la segunda ola y por ello sostuvieron el cese de licencias para lxs trabajadores.

Todos estos aspectos fueron trabajados en distintas asambleas del gremio no fueron reconocidas en la primera propuesta salarial y por ello la siguiente asamblea rechazó la oferta, convocando a una caravana para el 6 de octubre en la ciudad de La Plata.

En la siguiente reunión, el 7 de octubre, el gobierno provincial subió la propuesta salarial al 45%, sosteniendo salario por debajo de la inflación y sin respuestas a varios aspectos. En esos momentos, planteaban que una vez que se cerrará la paritaria liberarían las vacaciones para el personal de salud. Y no hubo respuestas sobre el tema de los aportes jubilatorios para el personal que haya ejercido durante la pandemia. En otros puntos hubo respuestas parciales, como el pase de ley 10430 a la ley 10471, el reconocimiento de algunas licencias que le descontaron a muchos profesionales de la Provincia, cuando eran licencias asociadas a Covid pero no reconocidas como tales. A pesar de estas respuestas parciales, la propuesta seguía sin expresar la recomposición salarial, por lo que se la vuelve a rechazar.

Es ahí cuando nos enteramos, el 19 de octubre, que el gobierno de Kicillof decidió el cierre de paritaria por decreto con su última propuesta: 45% de aumento al mes de noviembre, sin respuesta para los aportes previsionales y habilitando las vacaciones para el sector de Salud. En ese momento se convocan asambleas por seccional para la votación de una medida de lucha en Congreso de delegadxs, donde se vota la propuesta de hacer, en forma escalonada, el paro del 21 de octubre y las 48 horas de paro para este 26 y 27 de octubre, junto con la instalación de una carpa sanitaria enfrente del Congreso de la Nación.

Este es el panorama al cual llegamos y algunas de las demandas que tenemos, a las cuales sigue sin darse respuesta, lo que de alguna forma expresa una condición estructural de cómo viene funcionando el sistema de salud en la provincia de Buenos Aires. La precarización en la contratación, así como las malas propuestas salariales, son realidades que aparecen de forma estructural, un arrastre de los años del macrismo que ahora, más con la pandemia, se ha profundizado y representa un ataque claro para las condiciones de trabajo del sector.

2. La pandemia fue soportada, en forma protagónica, por lxs trabajadorxs de salud. ¿Cómo se lee, en ese contexto, que no haya una recomposición salarial mayor? Mas allá de la discusión salarial y de la precarización, ¿cómo fueron las condiciones de trabajo en un sector que absorbió muchísimas problemáticas, más allá de lo estrictamente sanitario?

Un poco es una tomada de pelo. Algo que hablamos con lxs compañerxs cuando estamos en las movilizaciones y en la asamblea es cómo se explica haber pasado de un primer momento de la pandemia dónde se pedían aplausos para el sector salud a otro en el cual seguíamos con las vacaciones denegadas mientras los bares abrían. Así hasta llegar al momento actual de falta de reconocimiento precisamente para el sector que le puso el cuerpo a la primera y segunda ola de Covid, el que le pone el cuerpo a la vacunación de la población y al efecto social de la pandemia también. Porque no nos olvidamos de que durante la primera y segunda ola todo lo que fue el sector de educación, todo lo que tiene que ver con las políticas sociales más a nivel territorial, también estuvieron cerradas y al permanecer abierto el sector salud fue también este quién tuvo que dar respuesta a muchas de los efectos sociales de la pandemia.

Tomando en cuenta todo esto, llegamos a este cierre de paritaria por decreto y a la baja, sabiendo que también fue uno de los pocos sectores que rechazó por lo menos en dos oportunidades la oferta salarial del gobierno. Hay varios sindicatos que no titubearon ni un momento en cerrar la paritaria. Nos parece una tomada de pelo, siendo que salud es el sector que más compañeros perdió en la lucha contra el Covid, y principalmente el de la Provincia de Buenos Aires, una de las más afectadas. Y ahí también se puede ver una gran complicidad mediática. En el día de hoy, en las carpas sanitarias instaladas en frente al Congreso, son poquísimos los medios de comunicación que se acercan a cubrir un paro de 48 horas de Salud. Y a la par, el ministro de Salud provincial Nicolás Kreplak, en un acto el 20 de octubre, mientras le daba la bienvenida a lxs nuevxs residentes de la Provincia Buenos Aires, afirmaba que era una vergüenza que haya profesionales que estén planteando un paro en este contexto. Lo que es una vergüenza es que ante una discusión salarial de un sector al que se le pidió tanto, se le cierre por decreto la paritaria sin respuestas sobre los aportes previsionales de una gran cantidad de compañerxs.

Sobre lo de las condiciones de trabajo, más allá de la discusión salarial, la realidad es que hubo una respuesta sesgada desde la Provincia. Yo soy trabajadora social y me tocó trabajar sobre los efectos sociales de la pandemia. Allí pude ver el sesgo estrictamente biomédico que se le dio por parte del Gobierno. Se apostó a las vacunas, se puso presupuesto para poder trabajar con las camillas con respiradores, mientras seguíamos contando con trabajadorxs sin vacaciones que estaban cansados para realizar algunas de estas prácticas.

Pero también nos encontrábamos teniendo que dar otras respuestas: por ejemplo, si algo estalló en el contexto de la pandemia fueron las situaciones de salud mental de la gran mayoría de la población, y los centros de salud tuvimos que dar una respuesta generalizada, en el marco de la ley de Salud Mental (que ya cumplió 10 años). Esto se agravó porque la gente no solo no encontraba respuestas territoriales por estar cerrados los otros espacios, sin protocolos activos para trabajar, sino que en los espacios de salud no teníamos recursos para responder a algunas de esas problemáticas. Y esto son solamente algunas de las situaciones más acuciantes que crecieron durante la pandemia, pero lo mismo podríamos hablar para algunas cuestiones que tienen que ver con dar respuestas a situaciones de violencia de género o a la situación habitacional de la provincia de Buenos Aires. Así como en la segunda ola está estallaron los contagios, estalló también la cantidad de personas en situación de calle por violencia de género, personas que ante una necesidad de abordaje salud mental no encontraban ni la cantidad suficiente de profesionales en los centros de salud, ni el tiempo disponible, ni los instrumentos, ni la disposición hospitalaria necesaria para poder dar una respuesta.

3. Después de la paritaria cerrada por decreto, ¿cómo sigue el conflicto? ¿Cómo se vive esto desde los espacios de organización de lxs trabajadorxs?

En torno de las próximas medidas de lucha tenemos dos fechas importantes: este jueves 28 llevamos adelante una mesa técnica para discutir el Reglamento de Residentes. Es una reunión en la que participa la Escuela de Gobierno en Salud “Floreal Ferrara”, en dependencia del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, en la cual tenemos representación lxs compañerxs de la Comisión Provincial de Residentes como también CICOP (Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires) y miembrxs de las distintas sedes de residencia. El eje que se discutió anteriormente fue el que tiene que ver con nuestras condiciones laborales en términos de horario y de licencias. El actual debate tiene que ver con las situaciones de violencia laboral en las que muchas veces nos encontramos lxs residentes. Y el próximo eje a discutir para la reforma de reglamento, es precisamente el eje presupuestario, que habla de los aportes previsionales que no recibimos y que tiene que ver con que estamos inscriptxs como becarixs y no como profesionales. La discusión que nos damos como residentes es que ya es momento de que el Gobierno explique, de forma transparente y clara, cuáles van a ser los condicionantes para el nuevo reglamento.

Por otro lado, la segunda fecha importante es el viernes 29 de octubre, día en que se va a realizar el Congreso de delegadxs de CICOP en el que se va a discutir como seguir encarando la discusión con el gobierno de Kicillof. Lo que se está pidiendo actualmente es la reapertura de las paritarias luego del cierre por decreto. En torno a eso, vamos con algunas propuestas sobre la discusión con el gremio. Aunque CICOP tiene uno de los estatutos más democráticos dentro de las distintas centrales sindicales, quienes estamos en las residencias y decidimos tener como colchón de debate la Comisión Provincial de Residentes (CPR), entendemos que hay apurar un poco más la definición sobre algunas medidas y también apuntar un poco más certeramente, no solamente en las circulares de CICOP, a quienes son los responsables de la situación en la que se encuentra el sistema de salud. Esto también debe señalarse en la calle y en las medidas que se hacen para la lucha.

La discusión y las propuestas que nos estamos dando al interior de la CPR tiene que ver con poder llevar adelante un plan de lucha también escalonado que interpele directamente al gobierno de Axel Kicillof como el responsable de la situación y del cierre de paritaria. Y que también ponga sobre la mesa que el sistema de salud está en pie y está saliendo adelante a costa de la salud física y mental de un montón de compañerxs de trabajo que no están teniendo hoy por hoy una recomposición en términos salariales y de condiciones de trabajo, precisamente esas demandas de condiciones de trabajo a las cuales el gobierno decidió hacer oídos sordos. Creo que hay que poder señalar en la calle esas responsabilidades. Es necesario para eso también que haya otro tipo de participación en las distintas seccionales y el impulso tiene que tiene que venir también desde la dirección del gremio. Pero centralmente debe venir desde lxs compañerxs, que en el mano a mano se encuentran cansados por las propias condiciones de trabajo que se sostienen por decisión de la provincia. Hubo en este último tiempo un reconocimiento generalizado en nuestrxs compañerxs de lo que implica trabajar en la salud pública, cuando las tareas de cuidado y atención se orientan al pueblo en su conjunto. Este compromiso con la salud debe ser motor para nuestro trabajo y tambien para las luchas por nuestros derechos.