A 13 años de la rebelión popular de 2001
Del que se vayan todos al regreso de la mayoría
Para enfrentar lo que se viene necesitamos la unidad de toda la izquierda
Se acerca un año electoral y se hace evidente el cierre, al menos tal como la conocimos hasta ahora, de la experiencia kirchnerista, que parece encaminarse hacia una inevitable salida conservadora.
El tiempo electoral signado por las presidenciales de 2015 ya se abrió. Tendrán lugar, también, elecciones en diversos distritos nacionales y en abril se realizarán las PASO en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Para los movimientos populares es necesario dar una respuesta en todos los planos: en lo social, en lo sindical, en lo territorial y también en el terreno político electoral. Hoy se alzan ya tres candidaturas apañadas por las grandes corporaciones económicas y mediáticas: Massa y Macri, como variantes opositoras de tinte conservadores y de derecha, que intentan colocar una agenda de “retorno a los mercados y seguridad jurídica”, así como el endurecimiento de penas y la autonomía de las fuerzas policiales o la denuncia del “curro de los derechos humanos”. Por otro lado las candidaturas del oficialismo, donde sobresale como favorito en todas las encuestas, Daniel Scioli, un representante igual de conservador y de derecha que las figuras opositoras. Los integrantes del frente UNEN se pelean para seguir a Macri o a Massa y quienes proponen conservar su independencia, como Hermes Binner, defienden el libre mercado, a Capriles en Venezuela y demuestran connivencia con las fuerzas policiales corruptas en la propia provincia que gobiernan.
Frente a la crisis de un modelo extractivista, dependiente y neodesarrollista, que atraviesa una fuerte restricción externa, desequilibrios monetarios, el peso de la deuda externa, la necesidad de importar productos industriales y la persistente inflación, y que tiene hoy unos 10 millones de pobres a pesar del discurso del empleo y la producción, las tres alternativas conservadoras no son más que un intento de salir del estancamiento en base a nuevos ajustes al pueblo. Las fuerzas progresistas que actúan en el seno del kirchnerismo se ven diluidas en el bloque sciolista claramente restaurador. Frente a este panorama, es necesario mostrar una alternativa de izquierda, democrática, anticapitalista y antiimperialista que reúna a los trabajadores y trabajadoras, a los luchadores sociales, a la juventud y a toda la militancia popular que se transforme en un actor decisivo en el próximo período.
La unidad se construye diariamente y todos y todas tenemos responsabilidad en ello. Se construye en las calles, en los lugares de trabajo, en los barrios, en los secundarios y en las universidades. También en la intervención electoral.
Esto no será posible sin una unidad amplia de las diversas tradiciones, identidades y sensibilidades de la izquierda anticapitalista y los movimientos sociales de nuestro país. Desde Pueblo en Marcha, entendemos que una expresión electoral de estas características no debe negarlas diferencias que evidentemente existen entre las diferentes expresiones de la izquierda radical, pero que tampoco sean un obstáculo para los esfuerzos unitarios que exige nuestro tiempo y sus luchas.
Hoy, está la necesidad de construir una referencia política de izquierda con peso electoral real que reúna a las organizaciones sociales y políticas, a los partidos políticos de izquierda y a los luchadores y luchadoras sociales en beneficio de la construcción de una alternativa política de masas. . El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), que ha tenido un destacado resultado electoral en las pasadas elecciones legislativas, tiene una responsabilidad importante en realizar esa convocatoria.Las elecciones en la Ciudad de 2013 encontró a muchas de las fuerzas políticas de izquierda (además del FIT, AyL de Luis Zamora,el MST-Nueva Izquierda o Patria Grande, entre otras) presentándose separadas y hasta haciendo campaña en oposición una de otra.
Para estas elecciones, las organizaciones sociales y políticas que conformamos Pueblo en Marcha apostamos a construir una identidad nueva, vinculada a los movimientos que se desarrollaron en la última década y que se proponen la construcción de poder popular para transformar radicalmente el orden de cosas. Una tarea que tendrá que encontrarnos en todos los planos de la lucha social y política.
Hacemos un llamado a las organizaciones políticas y sociales, a quienes todos los días pelean y se organizan por una sociedad justa e igualitaria a trazar el camino que nos permita construir un espacio político de peso en la ciudad y el país sin tranzar con ninguna de las opciones del sistema. Es vital la construcción de la unidad, tanto en las luchas sociales como en el plano electoral, de la izquierda social y política anticapitalista, para conformar un polo político independiente, que sirva a la movilización social y a la construcción de poder popular desde abajo.
Sólo unidos bajo un programa anticapitalista y antiimperialista, diferenciado de las opcionesconservadoras o reformistas que nos ofrecen los de arriba,y cultivando la unidad fraterna de los que luchan, podremos enfrentar la ofensiva conservadora, antipopular y antiobrera que está en curso tanto en nuestro país como en América Latina.