El presente artículo (bajo el título “The Fourth International and Socialist Resistance”: La Cuarta Internacional y Resistencia Socialista) fue escrito por un compañero británico de Socialist Resistance (SR), para presentar su corriente internacional a organizaciones hermanas con quienes están evaluando un proceso de unificación (ACI, ISN). Democracia Socialista desde su origen ha establecido relaciones fraternales con la Cuarta Internacional, y aprovechamos este material para presentar la actualidad de esta red de organizaciones marxistas revolucionarias, continuación de la Cuarta Internacional reunificada en 1963, y denominada usualmente en nuestro país “Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional”. A su vez, sugerimos una serie de textos, de otros autores de esta corriente, que profundizan los temas aquí expuestos:
Feminismo: Hacia un feminismo queer y materialista
Ecosocialismo: ¿Qué es el ecosocialismo? (Michael Lowy) http://www.anticapitalistas.org/IMG/pdf/TC_Ecosocialismo.pdf
Partidos amplios: Para continuar con el debate sobre los partidos amplios (Laurent Carasso) http://puntodevistainternacional.org/documentos-de-la-iv/documentos-ci/126-para-continuar-con-el-debate-sobre-los-partidos-amplios.html
Estrategia: El retorno de la cuestión político-estratégica (Daniel Bensaid)
Democracia Socialista: Democracia y emancipación social (Antoine Artous) http://www.anticapitalistas.org/IMG/pdf/Artous-DemocraciaYEmancipacionSocial.pdf
Liam Mac Uaid
Socialist Resistance (SR) está actualmente en el proceso de buscar construir una nueva organización socialista junto a Anti Capitalist Initative (ACI) e Internacional Socialist Network (ISN). Este proceso, incluso, puede llegar a expandirse para incluir a otros grupos. En este proceso se nos ha hecho evidente que los activistas provenientes de distintas tradiciones de la izquierda tienen, en general, solo un conocimiento parcial sobre lo que la Cuarta Internacional (CI) significa, mientras que otros simplemente tienen ideas equivocadas. Clarificamos aquí lo que es la Cuarta Internacional, lo que no es, y el por qué nosotros prensamos que la participación en ella contribuye a un entendimiento más acabado de nuestras tareas políticas en el Estado Británico y de nuestro internacionalismo.
La forma más rápida y fácil de averiguar por cuenta propia lo que la Cuarta Internacional y las organizaciones que pertenecen a ella están haciendo y sus posiciones es visitar el sitio web Punto de Vista Internacional (http://www.internationalviewpoint.org/). Allí se encuentran informes, entrevistas, artículos de análisis y los documentos más importantes de nuestros Congresos. A partir de su lectura es posible sacar conclusiones propias acerca de la relevancia de mantener contactos internacionales sólidos entre los socialistas.
En nuestro Congreso de 2013, SR votó su propia futura disolución en caso de tener éxito en la fusión con ACI y ISN. Este es un gran paso que las organizaciones raramente se animan a dar. Sin embargo, propondremos que los miembros de la nueva organización tengan el derecho de adherir a la Cuarta Internacional orgánicamente, no restringiéndolo solo a los viejos miembros de Socialist Resistance. Este mecanismo ya ha existido en otras organizaciones que contuvieron militantes de la Cuarta Internacional, como son los casos de Solidarity en los Estados Unidos, un grupo que finalmente decidió afiliarse a la CI hace poco tiempo. Desafortunadamente todavía no hemos tenido la oportunidad de discutir esto con nuestros compañeros en el proceso de reagrupamiento, y nuestra insistencia por hacerlo pudo haber perturbado a algunos, con quienes estamos queriendo trabajar conjuntamente. Existe el miedo a que SR se conserve como una organización secreta, la cual reciba órdenes de una dirección internacional. Sin embargo esto no podría suceder, y los actuales miembros de SR nos opondríamos completamente a ese tipo de deshonestidad política.
La Cuarta Internacional decidió hace algunos años que ya no se presentaría más como el “partido mundial de la revolución”. En ese sentido, la CI no es ni a la Tendencial Socialista Internacional (IST) del SWP ni al Comité por una Internacional de los Trabajadores (CWI) del Partido Socialista. Incluso, la Cuarta Internacional, incluye ahora organizaciones cuyos orígenes no están en la tradición trotskista.
Hace bastante tiempo dejó de definirse como una organización que practique el centralismo democrático, ni tampoco lo hace en los hechos. No impone decisiones o políticas a sus secciones o sus militantes, sobre todo cuando se trata de cuestiones de orientación en el plano nacional. Tal concepción sería contraria a la idea de internacionalismo propia de la CI. Nos oponemos a ella, como pueden ver leyendo la memoria de nuestro último Congreso Mundial:
“El Comité Internacional es un cuerpo “federal”, lo que significa que cada realidad nacional tiene sus propios representantes… la historia le enseñó a esta corriente internacional que la línea política no puede ser impuesta “desde arriba”, menos aún por un Partido “guía”.”.[1]
Lo que la Cuarta Internacional hace es discutir y defender un enfoque general de las políticas para el periodo. Debate y adopta posiciones políticas y declaraciones sobre los grandes temas de la política mundial. Siria y las Revoluciones Árabes ejemplifican esto en el último tiempo. Las Secciones y los simpatizantes de la Cuarta Internacional son libres de decidir si apoyar esas posiciones o no. Un ejemplo de esto es Grecia, donde la sección oficial de la Cuarta Internacional apoya a Antarsya (contrariamente a la posición de la mayoría de los otros grupos de la Cuarta Internacional) mientras que una organización simpatizante apoya el proceso de Syriza. No obstante, Socialist Resistance no duda en hacerle la crítica a nuestros compañeros griegos, públicamente vía nuestro sitio web. Algo que para otras corrientes generaría un revuelo, para nosotros es perfectamente normal.
Ese mismo informe del Congreso Mundial señala las limitaciones de muchos de los grupos que participaron. Sería un sinsentido engañarnos a nosotros mismos o al resto del mundo con descripciones exageradas de nuestras fuerzas:
“Obviamente no tenemos que perder de vista nuestra proporción: estamos hablando, en varios lugares del mundo, de pequeñas organizaciones políticas, a veces pequeños grupos o incluso a veces colectivos de activistas insertos en su realidad nacional, social y política. Pero el hecho de pertenecer al marco de una Internacional les ayuda a preservar cierta vitalidad y la habilidad de mantener un hilo y una misma agenda de discusiones.”[2]
Es cierto que cuando el pequeño grupo de marxistas revolucionarios anti-stalinistas, liderados por Trotsky, fundó la Cuarta Internacional, también aseveraron que se trataba del Partido Mundial de la Revolución Socialista. En ese entonces tenía la perspectiva de que la inminente Guerra Mundial abriría una nueva ola de revoluciones que destruirían al stalinismo y al fascismo. Varios cientos de ellos pagaron con sus vidas en Vietnam, Francia, Grecia, Italia, Bélgica y en las escuadras del Ártico por su convicción de la necesidad de mantener vivo el fuego de la revolución Bolchevique en las supuestas nuevas revoluciones. Esa historia es de donde venimos, pero es precisamente eso: historia.
La Cuarta Internacional tiene hoy una concepción radicalmente diferente de su rol y su contribución a la lucha de clases.
Democracia Socialista
Posiblemente, la Cuarta Internacional, mucho más que cualquier otra corriente marxista, ha tratado de teorizar e implementar una democracia socialista tanto en sus propias organizaciones como en una sociedad socialista. Aunque quizás desactualizado en su título y en buena parte de su lenguaje, el documento “Dictadura del Proletariado y Democracia Socialista”[3] contiene algunas de las ideas más importantes sobre la forma en que hacemos política. Estas son:
“- La más amplia democracia interna en el seno del propio partido, con derechos plenos y enteros a organizar tendencias, la tolerancia de fracciones, y la posibilidad de debates públicos entre ellas antes de los congresos del partido;
[…]
– La integración real del partido en una internacional revolucionaria y la aceptación de la crítica internacional fraternal por organizaciones revolucionarias de otros países.”[4]
Estos dos conceptos surgen de la examinación y el rechazo de la manera en que se organizan los partidos estalinistas y los regímenes que representaron. Ellos eliminaban todo disenso por fuera de un núcleo muy pequeño, premiando la obediencia por encima de cualquier otra cualidad. Esto incluso persiste en muchos grupos que rechazan al estalinismo pero retienen algunas de sus concepciones organizativas. El efecto de estas ideas era la de asegurar que ese pequeño núcleo de dirigentes dominara la política del partido y a la sociedad. En contraste, la Cuarta Internacional argumenta que:
“No existe ningún partido infalible. Tampoco existen direcciones o mayorías de partido, “Comités Centrales leninistas”’ o dirigentes individuales que sean infalibles. El programa marxista no es nunca un programa definitivamente acabado. No existe ninguna situación nueva que pueda ser analizada completamente en función de los antecedentes históricos.”[5]
En los debates que recientemente atravesaron a la izquierda radical británica, las referencias a Lenin y Zinoviev muy raramente clarificaban demasiado cuando lo que en realidad se estaba intentando era darle asidero a la desintegración de una organización. Retomar lo que los revolucionarios de hace casi un siglo atrás dijeron sobre circunstancias completamente diferentes da, más bien, la sensación de un sacerdote usando los libros sagrados con los tontos herejes. En contraste con esto los órganos de dirección de la Cuarta Internacional y los de sus secciones explícitamente garantizan el derecho de las minorías. Por ejemplo, si una posición fuera a ganar con el treinta por ciento de los votos en un Congreso de Socialist Resistance, sus defensores serían habilitados a poseer el treinta por ciento de los miembros del Comité Nacional. Esto permite barajar que quizás, la minoría tenía razón, la mayoría estaba errada y que la gente a veces cambia de parecer.
Derechos de las minorías
El derecho al disenso está garantizado para todas las secciones de la Internacional. Contrariamente a otras corrientes que tienen una organización internacional e insisten en que todos sus militantes estén en un solo grupo en sus países, para la Cuarta Internacional no es raro tener militantes en dos o tres grupos o partidos en el mismo país. Este es el caso en Francia, Italia y los Estados Unidos, por dar algunos ejemplos. A veces se generan juicios distintos entre los militantes de un determinado país acerca de lo que sucede y las tareas a abordar en la escena política nacional, siendo así como se generan divisiones organizativas. Partiendo de la base de que las situaciones y las evaluaciones políticas son variables que se transforman y actualizan con el tiempo, si todos ellos quieren mantener su conexión con la Cuarta Internacional, están posibilitados a hacerlo. Claramente siempre es mejor que todos los militantes de la Cuarta Internacional estén en una organización común, pero obligarlos a hacerlo sería una imposición claramente burocrática. Mientras se mantengan dentro del mismo marco político general, y continúen participando de las instancias orgánicas, pueden seguir perteneciendo a la Cuarta Internacional.
Todos los encuentros internacionales de la Cuarta Internacional (el Comité Internacional como el Congreso Mundial) son completamente democráticos, con el total derecho de las organizaciones a disentir, presentar y defender sus puntos de vista y diferencias. Las posiciones minoritarias expresadas en el Congreso Mundial son completamente representadas en el Comité Internacional.
Incluso, desde nuestro punto de vista, la existencia de un núcleo perteneciente a la Cuarta Internacional inserto en una nueva organización, de las que se generan en la actual etapa de procesos de reagrupamiento, puede ser completamente compatible con la democracia interna de esa organización, e incluso puede tener muchísimo que contribuir con la misma.
Este es un modelo que ha sido probadamente atractivo para organizaciones de diferentes tradiciones políticas. La Cuarta Internacional ha hecho avances sustanciales en América Latina y Asia. En 2012 el Partido Comunista de Bangladesh – Marxista Leninista (CPB-ML) se convirtió en observador permanente, el paso previo a convertirse en una sección. En 2013, en el XV Congreso Mundial de la Cuarta Internacional, el Partido de los Trabajadores Revolucionarios – Mindanao (RWP-M) se conviertió en una sección de la Cuarta Internacional. El NSSP de Sri Lanka se unió a la Cuarta Internacional luego de dejar la CWI, a la vez que la Cuarta Internacional desarolló una relación con el Partido de la Liberación del Pueblo (PLP) de Indonesia, que ahora es un observador permanente.
Ecosocialismo
La Cuarta Internacional es la única corriente marxista revolucionaria que se define a si misma como ecosocialista.
El Ecosocialismo es una declaración de que la designación “socialismo” ya no es adecuada, que las cuestiones ecológicas no pueden ser simplemente un agregado y tienen que tomar un rol central en todo lo que hacemos, un componente fundamental de nuestra identidad programática. Es un símbolo de que rechazamos la lógica capitalista de crecimiento insaciable, que está incorporado a la naturaleza del sistema y alimenta la necesidad de la producción capitalista. Significa hacer nuestros mayores esfuerzos por una sociedad basada en una racionalidad ecológica, control democrático, igualdad social, y el predominio del valor de uso por sobre el valor de cambio.
Esto significa que nuestro objetivo debería ser crecer en calidad de vida en vez de en cantidad de producción, ganar en abundancia de tiempo libre más que en abundancia de mercancías innecesarias. Significa tomar progresivamente las riendas de la producción y la distribución para que obedezcan a una planificación racional y democrática, quitándoselas de las manos al “libre mercado”.
El capitalismo es incapaz de cambiar esto. Sus respuestas al calentamiento global son una combinación de medidas de mercado y el esparcimiento de tecnologías peligrosas, como son las plantas de energía nuclear, el carbón “limpio”, y más explotación de petróleo y gas no convencionales. La extensión del modelo capitalista (occidental), de promoción y producción de mercancías, para lograr el máximo crecimiento de los países emergentes como China, India y Brasil es la mayor amenaza para el medio ambiente.
Esto significa que con el derretimiento de los glaciares y el incremento de la aparición de eventos climatológicos extremos, la cuestión del cambio climático producido por el hombre debe permanecer en el centro de nuestros planteos. Debemos ponernos a la cabeza de las campañas en torno a estos temas e integrar las cuestiones medioambientales en cada nivel de nuestra práctica política.
Feminismo
Tanto Socialist Resistance como la Cuarta Internacional se definen como organizaciones feministas, y la importancia del feminismo para el marxismo es uno de los mayores puntos de acuerdo, lo cual hizo posible nuestra convergencia con el ACI y el ISN. Existe una base social para la especificidad de la opresión de las mujeres en esta sociedad, lo cual vuelve necesario que las mujeres tengan su propia expresión política. El movimiento feminista es el que hace posible y obliga a las organizaciones políticas a aprender de sus experiencias e ideas.
Nuestro objetivo es del de integrar las experiencias de las mujeres a nuestra propia práctica política, porque, mientras que hay muchas maneras en que las mujeres pueden luchar individualmente por su independencia personal, económica y sexual, sólo un movimiento activo y combativo hace posible la reafirmación de la identidad de las mujeres, tanto individual como colectivamente.
Una de las formas de desarrollar este objetivo es mediante el cuestionamiento radical a la división de roles tradicional en la familia y en la clase trabajadora. La división sexual del trabajo es un fenómeno que se ve acrecentado por el reciente período de recesión, demostrando que las mujeres son desproporcionalmente mucho más afectadas que los hombres en los recortes de salarios, la precarización laboral y los despidos.
Podemos sacar algunas conclusiones organizativas respecto de esto. Las organizaciones de mujeres son un tema permanente tanto en los congresos de Socialist Resistance como de la Cuarta Internacional. Esperamos llegar al objetivo de tener mayoría de mujeres en los comités que tratan temas de conflictos internos y nos proponemos el objetivo de que nuestros órganos de dirección estén conformados por mujeres en un 50%.
Partidos Amplios
Buena parte del trabajo de Socialist Resistance en los últimos años estuvo puesto en apuntalar el desarrollo de un partido con raíz de masas a la izquierda del Partido Laborista. De esta forma nos involucramos en la Socialist Alliance y en Respect. También hicimos varios intentos de colaborar y acercar posiciones con TUSC, que ahora es uno de los principales defensores de Left Unity. Nuestra conexión con la Cuarta Internacional ha hecho muchos aportes a poder desarrollar nuestra actividad en este sentido. Nuestros compañeros en Portugal, Dinamarca, Italia, Francia y Alemania, entre otros, han tenido un amplio abanico de buenas y malas experiencias construyendo partidos que se ubican políticamente a la izquierda de la social-democracia. Hemos seguido de cerca todas estas experiencias para llevar adelante nuestra tarea. Nuestro libro “Nuevos partidos de izquierda” es un intento de recopilar y hacer accesible a la audiencia de nuestro país la importancia de estos desarrollos en la política Europea. Nuestro punto de partida es que la social-democracia, y en particular el Partido Laborista Británico, ha tenido un giro muy pronunciado a la derecha en las últimas dos décadas, en buena medida por presión del neo-liberalismo. Creemos que esto ha abierto un espacio político para una organización que podría contar con 20000 o 30000 militantes, conteniendo a corrientes revolucionarias, activistas radicalizados de los nuevos movimientos sociales anti-capitalistas, militantes sindicales y los sectores del Partido Laborista que rompieron con críticas a su giro neo-liberal. Respect pudo ver y aprovechar claramente ese potencial, y Left Unity también está demostrando la necesidad de desarrollar una organización de ese tipo.
De nuestra experiencia en Respect, y de lo que hemos aprendido de nuestros compañeros en la CI, hemos desarrollado la firme convicción de que hay ciertas reglas generales que aportan al éxito de un proyecto como éste. Es indispensable la democracia interna y la capacidad de contener un espectro de tradiciones y visiones políticas. Es necesaria la independencia de la organización de liderazgos personalistas. Debe funcionar como un partido y no como una alianza electoral o un pacto de no agresión. Las organizaciones de izquierda radical participantes no deben tender a hegemonizar el partido utilizando recursos organizativos para ganar discusiones políticas. No tenemos conocimiento de otras organizaciones de la izquierda radical que hayan llegado a conclusiones similares, y creemos que nuestro vínculo con la Cuarta Internacional fue esencial para desarrollar este análisis que ahora es compartido por muchos compañeros de ACI e ISN.
Conclusiones
Creemos que la Cuarta Internacional ha hecho mucho más que ninguna otra corriente marxista, tanto en mantener los principios esenciales de su tradición revolucionaria como en dar cuenta que en el siglo XXI no se puede intervenir, ni se puede analizar, de la misma forma que el siglo XX. Hemos absorbido la importancia del cambio climático y del feminismo para el marxismo revolucionario. Hemos examinado en gran detalle la centralidad de la democracia y el pluralismo en las organizaciones socialistas y en la sociedad post-capitalista. En gran parte de Europa hemos dado respuestas a la lenta decadencia de la social-democracia, confluyendo activamente con otras organizaciones y sectores combativos en los nuevos partidos de izquierda que están surgiendo. No hay ninguna segunda intención en nuestro deseo de mantener el vínculo con nuestros compañeros en otras partes del mundo. Creemos que estos vínculos no harán más que contribuir al fortalecimiento y el desarrollo político de una nueva organización.
Traducción: Guido Spadavecchia
http://socialistresistance.org/5595/the-fourth-international-and-socialist-resistance
[5]Ibídem.